La fuente de la juventud.

 

Día a día el cuerpo se desgasta, lentamente el reloj comienza a pesar minuto a minuto un poco más que el día anterior las manecillas del reloj empiezan a sonar más y más fuerte, y al momento de levantarte lo haces con un poco de temor. Si temor; de verte un día en el espejo y ver a un completo extraño. 

¿Quién es? ¿Cómo es que llego ahí? ¿Cómo puede volver atrás?

Oh si..si tan solo se pudiera volver atrás; pero eso es imposible, porque sería una utopía, una falacia. 

Y justo cuando sientes que el telón se está cerrando y es el último acto, te encuentras improvisando, te encuentras cantando una canción que te cantaban cuando eras niño, te encuentras bailando como en aquella boda a la que nunca quisiste ir, te encuentras brincando a pesar del desgaste de tus rodillas, te encuentras gritando como cuando llegaste a anunciar tu presencia en el mundo, te encuentras riendo y transmitiendo ese carácter que te hace único y así encuentras la esencia de ti mismo, y cuando volteas al espejo te encuentras a ti mismo más joven que nunca.